Huevos rotos con níscalos: la receta otoñal que nunca falla

Los huevos rotos con níscalos son una receta tradicional, sencilla y absolutamente deliciosa. Perfecta para los meses de otoño, esta combinación de setas silvestres y huevos de corral es un homenaje al sabor de la tierra. Ideal para una comida informal o una cena reconfortante, este plato no requiere técnicas complicadas, pero sí ingredientes de calidad.

En esta entrada te explicamos cómo preparar unos huevos rotos con níscalos que harán que el bosque se sienta en cada bocado.

Ingredientes (para 2 personas)

  • 300 g de níscalos frescos (Lactarius deliciosus)
  • 3 huevos camperos
  • 2 patatas medianas
  • 2 dientes de ajo
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta al gusto
  • (Opcional) Jamón ibérico en virutas o pimientos del padrón para acompañar

Preparación paso a paso

  1. Limpia bien los níscalos con un paño húmedo o un pincel suave para retirar la tierra. Córtalos en trozos medianos.
  2. Pela y corta las patatas en bastones o en rodajas gruesas. Fríelas en abundante aceite de oliva a fuego medio hasta que estén tiernas y doradas por fuera. Resérvalas sobre papel absorbente.
  3. En una sartén amplia, añade un chorrito de aceite y sofríe los ajos laminados. Cuando empiecen a dorarse, incorpora los níscalos y saltéalos durante unos 8-10 minutos, hasta que estén hechos y hayan soltado su jugo. Salpimenta al gusto.
  4. Fríe los huevos en aceite caliente hasta que la clara esté cuajada pero la yema siga líquida. Para un toque más rústico, puedes romper ligeramente la clara con una espumadera al freírlos.
  5. Monta el plato: coloca una base de patatas, añade los níscalos por encima y corona con los huevos fritos. Rompe los huevos en el momento de servir para que la yema se mezcle con el resto de ingredientes.
  6. (Opcional): Añade virutas de jamón ibérico o acompaña con pimientos fritos para un extra de sabor.

Consejo Setaex

Los níscalos son muy sabrosos por sí solos, pero admiten pequeñas variaciones: puedes añadir un chorrito de vino blanco durante el salteado, o unas hierbas aromáticas como tomillo o romero. Si tienes níscalos en conserva, también puedes usarlos bien escurridos.

Una receta con alma de otoño

Este plato es un clásico de la cocina rural que nunca falla. Rápido, nutritivo y lleno de sabor, es una forma perfecta de disfrutar de la temporada de setas con ingredientes sencillos y resultado espectacular.

¿Te animas a prepararlo en casa?

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